miércoles, 27 de abril de 2016

Los Museos Científicos Coruñeses

Hoy es de esos días en los que quiero publicar. Os lo debo. Cada vez, me leéis más, participáis más, me comentáis más cosas, me criticáis, e incluso, como en la última entrada, hasta escribís.

Pero las musas están aprovechando el buen tiempo, y seguramente, estén revoloteando por ahí. No se que tema puedo tocar hoy. ¿De qué voy a hablar, si la mejor entrada que he puesto en año y pico de blog, la habéis escrito vosotros? jajajaja.

Pero no lo digo por celos, o por falsa modestia. Realmente, es mi publicación favorita hasta el momento. Y espero utilizarlo como un refuerzo positivo. Como para demostrar el nivel que puede (y debe) tener el blog.

Así que, aquí estoy. Juntando letras y palabras, a ver si sale algo decentillo. Y mientras escribo, he decidido que voy a hablar de los museos científicos coruñeses. Porque sí. Porque molan. Y porque ahora ya tengo algo que poner en el hueco que pone "Título de la entrada"



Como quizá sabréis, los museos científicos coruñeses son tres. La Casa de las Ciencias, que pasa por ser el más antiguo de todos ellos, la Domus, y la relativamente reciente Casa de los Peces, inaugurada en 1999.

Y los tres, cada uno a su manera, merecen mucho la pena. Vamos a detenernos un poquito en cada uno de ellos, que además, se hayan en tres lugares encantadores para pasear antes o después de la visita.

La Casa de las Ciencias, inaugurada en 1985 por el cazador de elef...esteeee, por los Reyes de España, fue el primer museo interactivo público inaugurado en nuestro país.



Se haya en el punto más alto del encantador Parque de Santa Margarita, pulmón del centro de la ciudad de A Coruña, y que tiene varios árboles centenarios, y diversos senderos por los que pasear.
No hay mejor lugar en un día de calor que este precioso parque, para alternar entre los ratos de sol, y la sombra que proporcionan sus enormes árboles.
Con áreas para jugar a la petanca, y a la tradicional "chave", mesas para hacer picnic, pistas deportivas de reciente creación, anfiteatro para espectáculos y una de las áreas caninas de A Coruña, para mi es un lujo vivir a 50 metros de esta zona verde.



Pero, como decíamos, en la explanada más elevada del parque se encuentra este museo de ya más de 30 años de antigüedad.

Con un precioso lema "Prohibido NO tocar", la Casa de las Ciencias pone a disposición de niños y adultos multitud de experiencias interactivas, siempre divertidas, y, en la mayor parte de los casos, también muy didácticas.

Lo fundamental, como habréis adivinado, es meter la mano. O la nariz. Mojarse con las pompas de jabón gigantes, sudar un poco con las poleas, o incluso marearte en alguno de los experimentos.

El edificio, consta de cinco áreas. En la planta baja se hayan el famoso péndulo de Foucault, que marca las horas gracias a la rotación terrestre, y el primer lugar de gran interés para los niños: la urna donde los pollitos están saliendo de los huevos.



Yo lanzo una pregunta al aire. Todos los días nacen tropecientos pollitos...¿a donde van cuando se apagan las luces? ¿Qué hacen con ellos? No es por preocuparos...pero quizá nos hayamos comido a alguno.

Continuamos hacia la primera planta, que consta de los experimentos sobre el mundo físico, y que es, probablemente, su área más divertida. Aquí nos pasaremos, mínimo, media hora, disfrutando de las diversas actividades. Y si vamos con niños, es que no hará falta ni dejarles el ipad. Aún hay cosas que son más entretenidas que la tecnología...



En la segunda planta tienen lugar las exposiciones temporales que casi siempre son muy interesantes.

Siempre recordaré una de hace bastantes años, con reptiles, que me enamoró y me "acojonó" a partes iguales.
Y es que era la primera vez que veía serpientes de cascabel, mambas, cobras indias o víboras del Gabón...pero en mi lógica preadolescente...pensé que no era seguro tener serpientes tan peligrosas metidas en el parque, no sea que se escapasen. Durante ese verano evité los lugares con muchos arbustos, jajajaja.



En la tercera planta podemos interactuar con los últimos avances tecnológicos...bueno, últimos, últimos tampoco. Pero relativamente recientes, si.

La estrella de la casa de las ciencias es el planetario, el cual hay que pagar aparte (siempre estamos hablando de precios muy razonables), pero que nos permite sentirnos en una nave espacial, observando la inmensa cúpula del edificio como si de un orbe celeste se tratase.



El precio de entrada a la casa de las ciencias es de 2 euros (1 euro para niños, estudiantes y jubilados), y el del planetario, otros 2 euros, con los mismos descuentos.

Realmente, merece muchísimo la pena.


Gobernando la bonita bahía coruñesa, enfrente del estadio de Riazor, encontramos la Domus, o Casa del Hombre, un original edificio con forma de ola y diseñado por el afamado Arata Isozaki.
La estructura, formada con bloques de pizarra tomados de diversas canteras de Galicia, es especialmente bella al atardecer, cuando los rayos anaranjados de sol inciden sobre su brillante superficie.
Además, el hecho de que linde con el paseo marítimo asegura una agradable caminata antes o después de visitarlo.



Es un museo tremendamente interesante, centrado, como su nombre indica, en el ser humano. Identidad genética, comparativas con otras especies, evolución, sentidos, sistemas circulatorios y respiratorios, y el vídeo del parto que lleva produciendo pesadillas a los niños coruñeses desde 1995, año de inauguración de la Domus.

Al igual que la Casa de las Ciencias, es un museo interactivo que ayuda a comprender estos procesos mediante actividades y juegos, pero quizá, los experimentos sean menos entretenidos que los que ofrece su "hermana mayor".
Además, pese a que cuenta con un espacio para eventos temporales, la exposición permanente se renueva menos que en la Casa de las Ciencias, con lo cual es, bajo mi punto de vista, menos "revisitable".



Aún así, si nunca habéis ido, la primera visita es enormemente satisfactoria.
Además, la sala Leonardo sita en el mismo edificio, ofrece cine en una pantalla HD 3D y emite proyecciones de índole científica muy interesantes.

El precio de entrada a la Domus es de 2 euros (1 a precio reducido) y a la sala de cine 4 euros (2 a precio reducido).


A tiro de piedra de la Casa del Hombre, se encuentra la joya de la corona de los museos coruñeses.
La Casa de los Peces. Importante no confundir con la Casa del Mar, que es el nombre que siempre se la ha dado al local de urgencias extrahospitalarias de la ciudad.
Tampoco con la Casa del Agua, complejo que incluye Spa gimnasio y piscinas.

Por ejemplo, se han dado casos de parejas que han ido a solicitar la píldora del día después a la Casa de los Peces (o a la del agua). En A Coruña somos así. Solo nos falta una Casa del Océano y una Casa de las Playas para completar el "cacao" definitivo.

Pero volvemos a la Casa de los Peces, a la que llamaremos por su nombre oficial, Aquarium Finisterrae, para evitar confusiones innecesarias. Tengo que decir que me encanta, y que para mi, debe ser un "must see" en toda regla, incluso para los visitantes ocasionales de la ciudad.
Situada a medio camino entre las playas y la Torre de Hércules, su localización es difícilmente mejorable.



No encontraremos demasiados peces tropicales en este museo (bueno, hay una pequeña sala donde si veremos a los hermanos de Nemo y Dori), pero si fauna marina autóctona de las costas gallegas.
Morenas, congrios, sepias, cangrejos, sardinas....

La sala superior, llamada Maremágnum y conectada directamente con el bravo mar coruñés, es el inicio perfecto para la ruta por la Casa de los Peces, y en ella encontraremos animales marinos propios de las zonas costeras atlánticas. 600 especies diferentes ocupan esta inmensa estancia.



Ver a algunas de ellas, especialmente las morenas y los congrios, os harán replantearos la idea de bañaros en las magníficas playas gallegas.

Continuaremos por la Sala Humboldt, dedicada principalmente a otros océanos, y lugar de exposiciones itinerantes que han ido variando a lo largo de los años, y entre las que se encuentran las de peces tropicales, las de pulpos y otros cefalópodos, la de caballitos de mar y la última que he visto, dedicada a especies marinas fundamentales para la farmacología y la curación de enfermedades.



Pero la estrella del museo, está bajando las escaleras. La sala Nautilus.

En esta enorme piscina circular, decorada como el gabinete del Capitán Nemo en 20.000 Leguas de Viaje Submarino, la inmortal obra de Jules Verne, y que contiene más de 4 millones de litros de agua, podemos encontrar varias de las especies atlánticas más habituales en aguas profundas.
Creo que no hay lugar más relajante en el mundo que esta sala (cuando hay pocos visitantes especialmente), y es una maravilla dejarse envolver por la música tenue y los cientos de peces que giran a nuestro alrededor en perfecta armonía.
Además, para un fan del escritor de Nantes como soy yo, observar todo desde "la silla del capitán Nemo", tiene una magia especial.
No hay sesión de baño y masaje que me relaje más que pasar un rato en "el Nautilus".



A nuestro alrededor, angelotes, caballas, doradas, besugos, peces rey o rayas giran y giran, nadando en calma con esa cara...esa cara inexpresiva que tienen los peces. Para que nos vamos a engañar. Los peces no son los animales más expresivos del mundo.

Pero...ah, amigos, cada cierto tiempo pasan ante nuestros ojos dos animales que no nos dejan indiferentes. Son las dos estrellas de este museo. El Axl Rose y el Slash del acuario. Los Bonnie and Clyde de la piscina.

Os hablo, claro está, de "Hermosa", una tiburón toro que lleva en este tanque desde su inauguración, y sobre todo, "Gastón", un enorme escualo de la misma especie que "Hermosa" pero el doble de grande, casi tres metros de largo y que suponemos, tendrá acento francés, pues fue trasladado a A Coruña desde el acuario de Brest, en Bretaña.



El haber vivido en aguas cálidas anteriormente, es lo que explica su enorme tamaño.

Es interesante enterarse de los horarios para alimentar a los tiburones, ya que siempre es un momento emocionante, aunque, entre la mayor afluencia de público, y la agitación que de pronto sacude las aguas, puede resultar algo menos relajante.

Pero toca continuar la visita, y de esta manera llegaremos a la terraza exterior, con dos piscinas bien diferenciadas, aunque ambas, reciben agua directamente del mar, como las de la sala Maremágnum.

En la inferior, los machos de foca común, y en la superior, las hembras.
No son leones marinos, como los típicos que vemos juguetear en los acuarios y delfinarios, si no auténticas focas atlánticas. No van a saltar ni a hacer números circenses, pero si las veremos nadar con gran agilidad, y nos mirarán con ojos curiosos.



El momento de su alimentación, en el que además aprenderemos cosas muy interesantes sobre estos preciosos mamíferos, debería ser otro de los puntos culminantes de nuestra visita a la Casa de los Peces.

El Octopus´ Garden, que contiene, obviamente, pulpos y cefalópodos de las costas gallegas, es la última sala de este coqueto y fantástico acuario marino.

Como dije más arriba, el Aquarium Finisterrae, debería ser visita obligada para todo turista que visite A Coruña, y mucho más, para los residentes en la ciudad.

La entrada cuesta 10 euros (4 a precio reducido), pero merece muchísimo la pena.

Ya para terminar esta entrada, no está de más reseñar que los horarios de todos los museos son muy similares. De 10 a 19 horas durante la semana, y de 11 a 19 horas los fines de semana y festivos, excepto en el acuario, donde la hora de cierre los sábados y domingos es a las 20h.

Hay también un tipo de entrada, a 12 euros, que da acceso una vez a cada museo (el ahorro no es enorme, la verdad) y un pase anual, llamado "Tarjeta Vente", que por 20 euros permite acceso ilimitado a los tres museos.
Muy recomendable si, como yo, queréis pasaros de vez en cuando a disfrutar de tan entretenidas exposiciones.

¿Cuánto hace que no visitáis estos museos? O peor aún...no habrá alguno que aún no habéis disfrutado, ¿verdad?

No esperéis a mañana. Esta tarde, puede ser un gran momento para ello.



4 comentarios:

  1. Quiero ir a la Casa de las Ciencias!!!! =)

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  2. totalmente fan de santa margarita! y si hay que ir de museos se va!

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  3. Gracias por vuestros comentarios!! :))

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  4. Nunca se me esquecerá cando nesa expo de réptiles a de axóuxere foi contra min por achegarme de máis... Non podo dicir que non avisou...

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